ESCOBU-VERANEANDO: HUMANISMO MÉDICO DEL SIGLO XVI
La atención sanitaria en el siglo XVI apenas era cubierta por la medicina clásica y académica, que avanzó considerablemente en los dos siguientes siglos, sino por remedios caseros, con curanderos, sacerdotes sanadores, boticarios o barberos-cirujanos. El historiador y profesor Gonzalo Gómez García, autor del libro “Sanar cuerpos y guardar almas”, nos contará cómo las ciudades pasaron a tomar el relevo a la Iglesia en la gestión de los hospitales y hospicios y cómo surgieron las primeras enfermeras y el desarrollo de la anatomía. Hospitales como los de Salamanca, Valencia, el del monasterio de Guadalupe o el de Antezana, de Alcalá de Henares, dieron un impulso fundamental a una medicina que procedía de judíos y moriscos, alimentada con productos obtenidos de ultramar. España y las provincias de América, fueron bastante pioneras en muchos tratamientos y cirugías y en campos tan diversos como la urología, psicología, autopsias y obstetricia. En el XVI ya se empleaban palabras tan modernas como supositorios o esparadrapo. Destacaremos la labor de médicos tan sobresalientes como Francisco Díaz, Francisco Vallés o Andrés Laguna, el cual hizo una traducción del Dioscórides. ¿Y qué tipo de remedios se utilizaban en aquella época? Pues, entre otros, el aceite de escorpión, basado en el veneno de este animal y que costaba la friolera de 800 maravedíes.